" El sofá rojo de Mónica "

"Te invito a mi sofá " Eso le dije a Juancho una noche que me trajo de la fiesta de Lucero, mi amiga santurrona que frente a sus padres era el arquetipo de la ñoñes hablando pero acá entre los amigos de la facu era la más impúdica social adicta a los chochos y a la jaurìa de todos esos machos que apenas les salìa el bigote; Juancho hasta eso no era mal parecido, el pobre muchacho era huèrfanito y se pagaba la escuela con trabajitos que nunca me quiso explicar pero la verdad no me importaba mucho por que no pensaba enamorarme de él, no por lo menos hasta que dejara de invitarme a las refresquerìas de su barrio en santa cruz la ribera y tuviera para pagar decentemente mis placeres... Esa noche yo había ido con Jaimito un adonis recièn llegado de Canadà primo de un viejo amigo de la facu, el guerito no besaba mal, ya anteriormente lo habìa invitado a mi sofà rojo en el depa y no a cualquiera invitaba a mi sofà, solo uno que otro cabròn que besaba rico, pero el guerito me decepcionó mucho antes de llegar a mi sofá por que el pobrecito se vino cuando me quitè la blusa de encaje y rayas negras en el mustang 65 de su primo que dicho sea de paso besaba mejor que el y eso lo descubri cuando me encerré con el en el baño de la secu y la pasamos muy bien.... Pero a Juancho lo invité a sentarse en mi sofá rojo solo mientras dejaba de llover después de todo quería agradecerle el favorcito de traerme a la casa en su carcacha supongo producto de esos negocitos sucios que tenía pero no era lo unico sucio sus ojos sucios estaban posados fijamente en mi escote y luego se bajaban a mi entrepierna y se clavaban directamente en mi falda roja recién estrenada, su labia empezó a gustarme y abrí un poco mas las piernas esperando hacerlo loquito por mi y ya de rato descubri que era un onanista salvaje que se acostaba con mujeres por dinero y que dicho sea de paso hasta ahora yo era la única joven y bonita con la que se habia acostado por pasión, en eso estábamos cuando llegó mi casera con mi madre que recién llegaba de viaje o al menos eso creía yo por que en cuanto vi las miraditas que se echaron Juancho y ella me di cuenta que se conocian de otra parte y así era, Eran amantes, mi mamá fingía irse de viaje pero en realidad se perdía con Juancho en la casa de Acapulco, se habian conocido a las afueras de la escuela pero ella nunca le dijo que era mamà de una de las chicas y el nunca le dijo que estudiaba allì... Me mudé del depa llevándome mis maletas, mis panti de encaje y mi sofà rojo para mis invitados especiales. " El sofá rojo de Mónica " Del libro de chicas de látex relatos de mujeres. Helen Herrera.-

iMAGEN:JASON_LEVESQUE