Juliana y Rodrigo se encontraron en la alameda central, ella solo tenía el día libre los domingos, el por casualidades de la vida, se le ocurrió ir el domingo a ver los bailables de la plaza, alli fue como se encontraron. Èl la cortejó dos semanas y media y ella se hizo la dificil dos semanas.Un día ella regresó a su pueblo y le dejó una carta y un casette de "el buki", él la buscó pero no la encontró, dos años después se volvieron a encontrar en la alameda, el efusivamente la saludó y ella le extendió el brazo con una sonrisa que el se guardó muy adentro del corazón, en eso alguien más llegó, ella se lo presentó- es mi esposo - Rodrigo solo dijo: mucho gusto, solo quería preguntarle a qué horas empieza el danzón.
Historias de un domingo en la alameda...
Helen Herrera.
iMAGEN:PASOSENCONCRETO-KEITHDANNEMILLER