Una bugambilia se durmió esperando un telegrama que nunca llegó.
Un trozo de papel al lado de un pétalo caido se arrullan uno al otro en consuelo por los amantes del balcón que ya no se besan, ya no se toman de las manos.
La razón: un telegráma que nunca llegó, lo que ella ignora es que el telegrama se extravió, el ignora que ella nunca lo recibió.
El telegrama decía:
¿Nos casamos mi amor? -si dices que si contéstalo, si dices que no entonces no mandes contestación- El pobre que se gastó su quincena en poner tantas letras ahora se ha quedado mas pobre y la pobre que antes salía diario al balcón, no sale mas puesto que lo clausuró.
Helen Herrera, historias de ficción.
"destino: tu corazón
domicilio: cerca del cielo
remitente: mis ojos son
texto: te quiero, te quiero."
ahh! por que antes los amantes sufrían mas que ahora, pero también eran mas románticas las proezas de amor, yo no se! habría que preguntarle a Shakespeare por que dejó morir a Julieta en el dulce veneno de la desilución. Cartas que nunca llegaban a tiempo, luego telegramas urgentes que por alguna razón supongamos "del destino" no llegaban a su destino que irónico no? Luego entonces los correos electrónicos de ahora que por alguna otra extraña razón del destino no se envían ya no matan a las julietas de amor, por que en plena liberación femenina la julieta moderna no espera si no que dice "voy" y las tienen enviando postales de amor, poemas de algún autor anónimo, famoso o visceral, las julietas de ahora ya no esperan telegramas si no un sms, un correo y una flor.
Mi telégrafo se cerró.
